La historia moderna del Gran Danés empieza alrededor de 1800. Precisar cuando una raza ha hecho su aparición en un país es extremadamente difícil, pero corresponde a Alemania su desarrollo y evolución.
En el año 1000 viejas tribus germanas aplicaron una ley común de Caza y Montes recopilada bajo el título de "Geopónica". En ella se describían siete clases de perros y, entre ellos, el podenco para jabalíes adecuado para osos y el lebrel.
Siguiendo a los historiadores estos fueron cruzados con los perros ingleses de caza llegando a convertirse en el actual danés, allá por el siglo XV.
Tales perros, azules o grises con toda seguridad, se emplearon para la caza del jabalí, bastante abundante en los ducados que hoy constituyen parte de Austria y Alemania. Se afirma que los mejores daneses procedían de Stuttgart y Ulm.
En Alemania, Francia, Dinamarca e Inglaterra no había castillo que no tuviera uno de estos perros, que tanto iban a las cacerías con los terratenientes luchando contra toda clase de animale>.co-mo dormirán junto a la chimenea o al borde de la cama de sus amos.
En los siguientes siglos, mientras se fue afirmando y refinando la raza son muchas las personalidades que poseyeron uno o varios daneses: el Papa Alejandro, Carlos I de España y V de Alemania, la duquese de York, la Princesa Marinak Stirbey de Rumania (poseía un ejemplar arlequín llamado Atlas V. Rednitztal XIII) y el fundador del Imperio Alemán Otto Von Bismarck (1815-1898) con sus famosos Sultán y Tyras por citar algunos.
Tyras acompañaba a su dueño a todas partes. Bismarck siempre se interesó por la raza y en su casa de Kniephof tenía varios ejemplares de un tamaño excepcional. Cuando fue enviado a la Universidad de Gottinga a continuar sus estudios llevó consigo a su perro más grande: Sultán.
El mismo Bismarck cuenta en sus memorias que cuando abandonaba su sede de la Cancillería para dirigirse al palacio en que estaba el Parlamento generalmente cruzaba el jardín del palacio saliendo por una pequeña puerta que daba a la calle Konigs-grátzer.
Sucedió un día que dejó su bastón apoyado sobre la pared y salió, al cabo de varias horas regresó, entrando por la puerta principal y viendo que Tyras no acudía como era su costumbre, llamó al portero preguntándole dónde estaba el perro a lo que éste respondió:
"Tyras está desde hace cuatro horas en el jardín y se pone furioso cada vez que alguien se acerca al bastón de Su Excelencia"...
El primer pedigree conocido es el de "Ñero I", perro atigrado nacido en Stuttgart en 1876 y cruzado con "Bella", hembra baya del Dr. Caster.
"Ñero I" obtuvo el primer premio en la exposición de Berlín de 1878 y "Bella" obtuvo también el primer premio en Berlín en 1880.
Varios fueron los ejemplares que llevaron el nombre de Ñero y Bella en los siguientes años.
Existen noticias de otro perro anterior, de 1830. el "luckey's Old-Bod Tailed Countness" del cual evolucionó una descendencia que hoy parece perdida.
En el año 1000 viejas tribus germanas aplicaron una ley común de Caza y Montes recopilada bajo el título de "Geopónica". En ella se describían siete clases de perros y, entre ellos, el podenco para jabalíes adecuado para osos y el lebrel.
Siguiendo a los historiadores estos fueron cruzados con los perros ingleses de caza llegando a convertirse en el actual danés, allá por el siglo XV.
Tales perros, azules o grises con toda seguridad, se emplearon para la caza del jabalí, bastante abundante en los ducados que hoy constituyen parte de Austria y Alemania. Se afirma que los mejores daneses procedían de Stuttgart y Ulm.
En Alemania, Francia, Dinamarca e Inglaterra no había castillo que no tuviera uno de estos perros, que tanto iban a las cacerías con los terratenientes luchando contra toda clase de animale>.co-mo dormirán junto a la chimenea o al borde de la cama de sus amos.
En los siguientes siglos, mientras se fue afirmando y refinando la raza son muchas las personalidades que poseyeron uno o varios daneses: el Papa Alejandro, Carlos I de España y V de Alemania, la duquese de York, la Princesa Marinak Stirbey de Rumania (poseía un ejemplar arlequín llamado Atlas V. Rednitztal XIII) y el fundador del Imperio Alemán Otto Von Bismarck (1815-1898) con sus famosos Sultán y Tyras por citar algunos.
Tyras acompañaba a su dueño a todas partes. Bismarck siempre se interesó por la raza y en su casa de Kniephof tenía varios ejemplares de un tamaño excepcional. Cuando fue enviado a la Universidad de Gottinga a continuar sus estudios llevó consigo a su perro más grande: Sultán.
El mismo Bismarck cuenta en sus memorias que cuando abandonaba su sede de la Cancillería para dirigirse al palacio en que estaba el Parlamento generalmente cruzaba el jardín del palacio saliendo por una pequeña puerta que daba a la calle Konigs-grátzer.
Sucedió un día que dejó su bastón apoyado sobre la pared y salió, al cabo de varias horas regresó, entrando por la puerta principal y viendo que Tyras no acudía como era su costumbre, llamó al portero preguntándole dónde estaba el perro a lo que éste respondió:
"Tyras está desde hace cuatro horas en el jardín y se pone furioso cada vez que alguien se acerca al bastón de Su Excelencia"...
El primer pedigree conocido es el de "Ñero I", perro atigrado nacido en Stuttgart en 1876 y cruzado con "Bella", hembra baya del Dr. Caster.
"Ñero I" obtuvo el primer premio en la exposición de Berlín de 1878 y "Bella" obtuvo también el primer premio en Berlín en 1880.
Varios fueron los ejemplares que llevaron el nombre de Ñero y Bella en los siguientes años.
Existen noticias de otro perro anterior, de 1830. el "luckey's Old-Bod Tailed Countness" del cual evolucionó una descendencia que hoy parece perdida.