Para muchas personas, su perro o su gato son parte integrante de la familia. Y como tal, están incluidos en los planes para las vacaciones. Si está pensando llevar a su mascota con usted, tenga en cuenta los siguientes consejos para evitar que el animalito sufra las consecuencias del cambio de ambiente y el calor excesivo que suele hacer en ciertos lugares de veraneo.
La alta temperatura puede ser la puerta de entrada para numerosas molestias y afecciones que, si no se controlan, pueden llegar a ser muy peligrosas para los animales domésticos. Conocer a tiempo sus síntomas, puede transformarse en la clave para evitarle a su mascota molestias mayores. La siguiente es una guía para conocer las prevenciones más comunes que deben tomarse con un perro en vacaciones.
La mayor parte de los perros adora la playa. Existen algunas excepciones, claro, pero la mayoría de las razas creadas para cazar disfrutan del mar y la arena tanto como usted. Sin embargo, llevar un perro a la playa tiene sus inconvenientes y es necesario tomar algunas precauciones mínimas.
- baño obligado: Después de jugar en el mar y cuando ya haya decidido irse de la playa, bañe al animal con agua dulce. No es necesario un baño muy profundo. Bastará con que le quite la sal del cuerpo con una manguera o una ducha al aire libre. En los perros, la sal endurece el pelo e irrita la piel. Muchos animales, además, tienden a lamerse para quitársela del cuerpo, lo cual suele provocarles diarrea o vómitos.
- cuidado con la arena caliente: las plantas (almohadillas) de las patas de los perros están preparadas para soportar el roce contra superficies duras, como el pavimento o la tierra seca. Sin embargo, cuando el sol del mediodía calienta la arena a niveles insoportables para el pie humano desnudo, aún un perro puede quemarse. El único consejo que puede darse, en este caso, es evitar que el perro camine sobre la arena durante el horario de mayor calor, es decir entre las doce del mediodía y las dos o tres de la tarde.
- el agua es imprescindible: si tiene planeado pasar un día en la playa junto a su perro, no olvide llevar una botella de agua para él. Como usted, el perro no bebe agua de mar. Y como cualquier ser vivo expuesto a altas temperaturas, necesita tomar mucho líquido para rehidratarse.
La alta temperatura puede ser la puerta de entrada para numerosas molestias y afecciones que, si no se controlan, pueden llegar a ser muy peligrosas para los animales domésticos. Conocer a tiempo sus síntomas, puede transformarse en la clave para evitarle a su mascota molestias mayores. La siguiente es una guía para conocer las prevenciones más comunes que deben tomarse con un perro en vacaciones.
La mayor parte de los perros adora la playa. Existen algunas excepciones, claro, pero la mayoría de las razas creadas para cazar disfrutan del mar y la arena tanto como usted. Sin embargo, llevar un perro a la playa tiene sus inconvenientes y es necesario tomar algunas precauciones mínimas.
- baño obligado: Después de jugar en el mar y cuando ya haya decidido irse de la playa, bañe al animal con agua dulce. No es necesario un baño muy profundo. Bastará con que le quite la sal del cuerpo con una manguera o una ducha al aire libre. En los perros, la sal endurece el pelo e irrita la piel. Muchos animales, además, tienden a lamerse para quitársela del cuerpo, lo cual suele provocarles diarrea o vómitos.
- cuidado con la arena caliente: las plantas (almohadillas) de las patas de los perros están preparadas para soportar el roce contra superficies duras, como el pavimento o la tierra seca. Sin embargo, cuando el sol del mediodía calienta la arena a niveles insoportables para el pie humano desnudo, aún un perro puede quemarse. El único consejo que puede darse, en este caso, es evitar que el perro camine sobre la arena durante el horario de mayor calor, es decir entre las doce del mediodía y las dos o tres de la tarde.
- el agua es imprescindible: si tiene planeado pasar un día en la playa junto a su perro, no olvide llevar una botella de agua para él. Como usted, el perro no bebe agua de mar. Y como cualquier ser vivo expuesto a altas temperaturas, necesita tomar mucho líquido para rehidratarse.