El gato suele expresarse con diferentes vocales, que modula a medida que abre y cierra la boca. El sonido más conocido es el "miau" o "mrau". Este es un maullido de demanda, que el gato emite para que se le abra una puerta, o bien para que se le preste atención.
Según el acento que ponga sobre las vocales y el timbre de su voz, la demanda será más exagerada ("miau"), o más tímida ("maou").
A veces, el maullido se transforma en una verdadera queja. El gemido profundo pone acento sobre la primera vocal: "miau". Si el quejido es emitido con enojo, el maullido se transformará en un incisivo "¡waw!" La demanda de apareo, tanto en el macho como en la hembra, se expresa a través de una clásica vocalización, a veces más intensa o más insistente: "mraou".
Este maullido (especialmente el de los siameses) puede resultar irritante para nuestros oídos y transformarse en un grito que se intensifica hasta transformarse en un lloriqueo o quejido, que llama al amor con un grito similar al de un bebé: "¡eu-eu!" .
Según el acento que ponga sobre las vocales y el timbre de su voz, la demanda será más exagerada ("miau"), o más tímida ("maou").
A veces, el maullido se transforma en una verdadera queja. El gemido profundo pone acento sobre la primera vocal: "miau". Si el quejido es emitido con enojo, el maullido se transformará en un incisivo "¡waw!" La demanda de apareo, tanto en el macho como en la hembra, se expresa a través de una clásica vocalización, a veces más intensa o más insistente: "mraou".
Este maullido (especialmente el de los siameses) puede resultar irritante para nuestros oídos y transformarse en un grito que se intensifica hasta transformarse en un lloriqueo o quejido, que llama al amor con un grito similar al de un bebé: "¡eu-eu!" .