Adiestramiento del Cairn Terrier
No se trata de un perro difícil de educar, pues está bien dotado intelectualmente. Muy atento a las palabras y los gestos de su amo, muy intuitivo, adivina en que momento estamos dispuestos a ocuparnos de él y se entrega con verdadera fruición al ejercicio de aprender.
Como ocurre con otros muchos terriers, el cairn se distrae fácilmente ante la presencia de animales pequeños que despiertan su instinto cazador e igual ocurre con las moscas y otros insectos voladores, con los que entablan un loco juego de persecución tratando de capturarlos con las patas o la boca. También los centelleos del sol y las sombras móviles de las ramas de los árboles sobre el suelo en un día soleado pueden distraerle, y despiertan su deseo de perseguirlos.
Podemos provocar esta reacción en nuestro cairn si por la noche alumbramos con una linterna el suelo y desplazamos el foco de un lado a otro, el menor movimiento de la luz provoca en él una inmediata respuesta de persecución.
Para la educación escoger siempre un lugar tranquilo, con iluminación uniforme y no demasiado intensa; lo ideal es una amplia habitación o las horas inmediatas al amanecer o al atardecer en que la naturaleza aparece más sosegada. Obtendremos los mejores resultados del cairn con un adiestramiento sereno, en el que como premio desterraremos los juegos y los sustituiremos con premios como caricias y pequeñas porciones de alimento.
No se trata de un perro difícil de educar, pues está bien dotado intelectualmente. Muy atento a las palabras y los gestos de su amo, muy intuitivo, adivina en que momento estamos dispuestos a ocuparnos de él y se entrega con verdadera fruición al ejercicio de aprender.
Como ocurre con otros muchos terriers, el cairn se distrae fácilmente ante la presencia de animales pequeños que despiertan su instinto cazador e igual ocurre con las moscas y otros insectos voladores, con los que entablan un loco juego de persecución tratando de capturarlos con las patas o la boca. También los centelleos del sol y las sombras móviles de las ramas de los árboles sobre el suelo en un día soleado pueden distraerle, y despiertan su deseo de perseguirlos.
Podemos provocar esta reacción en nuestro cairn si por la noche alumbramos con una linterna el suelo y desplazamos el foco de un lado a otro, el menor movimiento de la luz provoca en él una inmediata respuesta de persecución.
Para la educación escoger siempre un lugar tranquilo, con iluminación uniforme y no demasiado intensa; lo ideal es una amplia habitación o las horas inmediatas al amanecer o al atardecer en que la naturaleza aparece más sosegada. Obtendremos los mejores resultados del cairn con un adiestramiento sereno, en el que como premio desterraremos los juegos y los sustituiremos con premios como caricias y pequeñas porciones de alimento.