¿CADA CUÁNTO TIEMPO DEBE TENERLO UNA HEMBRA CANINA?
Si tenemos en cuenta que el celo dura unos quince días y que debemos ponernos alerta en caso de que las pérdidas hemorrágicas superen los veintiún días, podemos considerar normal la aparición del estro cada seis meses. Sin embargo, esta frecuencia puede variar, y no es extraño que una perra tenga celos cada siete, ocho o nueve meses. Incluso existen casos de uno solo al año.
Conviene señalar que las hembras que sufren tres o más menstruaciones al año necesitan revisión veterinaria, puesto que lo más probable es que padezcan algún tipo de patología en su aparato reproductor. En el resto de los casos, lo importante no es la frecuencia, sino la regularidad. Es decir, da lo mismo que el estro aparezca cada seis o doce meses; lo importante será que siempre se cumplan las fechas.
¿Y UNA GATA?
Generalmente, las gatas entran en celo a partir de los meses de enero y febrero. Este período dura entre tres y cinco días. Sin embargo, y a diferencia de las perras, pueden sufrir estros repetidos, lo que, llegado el caso, puede hacer perder la cabeza al más paciente de los amos: una hembra de gato puede llegar a tener un celo cada quince días... ¡Durante todo el año!
Si tenemos en cuenta que el celo dura unos quince días y que debemos ponernos alerta en caso de que las pérdidas hemorrágicas superen los veintiún días, podemos considerar normal la aparición del estro cada seis meses. Sin embargo, esta frecuencia puede variar, y no es extraño que una perra tenga celos cada siete, ocho o nueve meses. Incluso existen casos de uno solo al año.
Conviene señalar que las hembras que sufren tres o más menstruaciones al año necesitan revisión veterinaria, puesto que lo más probable es que padezcan algún tipo de patología en su aparato reproductor. En el resto de los casos, lo importante no es la frecuencia, sino la regularidad. Es decir, da lo mismo que el estro aparezca cada seis o doce meses; lo importante será que siempre se cumplan las fechas.
¿Y UNA GATA?
Generalmente, las gatas entran en celo a partir de los meses de enero y febrero. Este período dura entre tres y cinco días. Sin embargo, y a diferencia de las perras, pueden sufrir estros repetidos, lo que, llegado el caso, puede hacer perder la cabeza al más paciente de los amos: una hembra de gato puede llegar a tener un celo cada quince días... ¡Durante todo el año!