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Hurón: Consejos para tener una mascota

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jueves, 4 de agosto de 2011

El Ronroneo


El ronroneo es un lenguaje innato que aparece desde el primer minuto en la vida del gato. Es uno de los primeros medios de comunicación entre el gatito y su madre y, más tarde, entre el gato y nosotros.

Consiste en un murmullo, emitido con la boca cerrada, que corresponde a una emisión sonora continua, audible durante la inspiración y espiración. Su intensidad depende del estado emocional del gato. No es un reflejo condicionado, aunque frecuentemente es emitido como respuesta a ciertas estimulaciones, sobre todo táctiles.

Su emisión puede ser considerada como voluntaria, ya que no existe ningún factor que provoque el ronroneo sistemáticamente. El ronroneo responde a la intervención alternada del diafragma y de los músculos de la laringe, cuyas contracciones son sincronizadas. En un primer momento, la laringe se cierra, provocando un aumento de la presión, y luego se abre. Existen diversas posturas respecto de cómo interpretar los ronroneos gatunos.

La mayor parte de los amigos de estas mascotas ven en los ronroneos una expresión de beneplácito y de placer por vivir. Esto no explica, por ejemplo, por qué el animal ronronea cuando se lo coloca sobre la camilla del veterinario, tanto cuando está enfermo como cuando está lastimado.

Otros traducen al ronroneo como un medio de autosugestión, que tiene un valor de seguridad para el propio animal. El gato, por medio de su ronroneo, expresa sentimientos muy intensos: emociones placenteras (como la comunicación con su madre, o las relaciones lúdicas con su dueño, por ejemplo), y también dolorosas

viernes, 29 de julio de 2011

El Celo en Perros y Gatos


¿CADA CUÁNTO TIEMPO DEBE TENERLO UNA HEMBRA CANINA?
Si tenemos en cuenta que el celo dura unos quince días y que debemos ponernos alerta en caso de que las pérdidas hemorrágicas superen los veintiún días, podemos considerar normal la aparición del estro cada seis meses. Sin embargo, esta frecuencia puede variar, y no es extraño que una perra tenga celos cada siete, ocho o nueve meses. Incluso existen casos de uno solo al año.

Conviene señalar que las hembras que sufren tres o más menstruaciones al año necesitan revisión veterinaria, puesto que lo más probable es que padezcan algún tipo de patología en su aparato reproductor. En el resto de los casos, lo importante no es la frecuencia, sino la regularidad. Es decir, da lo mismo que el estro aparezca cada seis o doce meses; lo importante será que siempre se cumplan las fechas.

¿Y UNA GATA?
Generalmente, las gatas entran en celo a partir de los meses de enero y febrero. Este período dura entre tres y cinco días. Sin embargo, y a diferencia de las perras, pueden sufrir estros repetidos, lo que, llegado el caso, puede hacer perder la cabeza al más paciente de los amos: una hembra de gato puede llegar a tener un celo cada quince días... ¡Durante todo el año!