La solución más correcta, tanto en perras como en gatas, es la ovariohisterectomía, ya que se trata del método más resolutivo: libera al animal de los inconvenientes del celo e impide el embarazo.
Además, al eliminar tanto el útero como los ovarios, la hembra no sufrirá problemas posteriores (cáncer de ovarios, anomalías de útero y demás enfermedades comunes en las hembras que han sido sometidas a una intervención no radical). Téngalo siempre en cuenta.
En más ocasiones de las deseadas, el embarazo puede pasar inadvertido, pues durante el primer mes el feto no se desarrolla más que un 25% del total. Y si tenemos en cuenta que el parto (tanto en perras como en gatas) suele producirse alrededor de los 60 días de la concepción, comprenderemos la importancia de detectar la preñez a tiempo.
A la más mínima sospecha, habrá que acudir al veterinario, que efectuará una ecografía que confirmará o no el estado de buena esperanza. Si así fuera, hay que tomar medidas: desparasitar antes de los 42 días, evitar la administración de medicamentos sin control veterinario, proporcionar dietas especiales para hembras preñadas, procurarle ejercicio regular, depilar la zona genital y mamaria una semana antes del parto y no descuidar los controles radiográficos y ecográficos.
Además, al eliminar tanto el útero como los ovarios, la hembra no sufrirá problemas posteriores (cáncer de ovarios, anomalías de útero y demás enfermedades comunes en las hembras que han sido sometidas a una intervención no radical). Téngalo siempre en cuenta.
En más ocasiones de las deseadas, el embarazo puede pasar inadvertido, pues durante el primer mes el feto no se desarrolla más que un 25% del total. Y si tenemos en cuenta que el parto (tanto en perras como en gatas) suele producirse alrededor de los 60 días de la concepción, comprenderemos la importancia de detectar la preñez a tiempo.
A la más mínima sospecha, habrá que acudir al veterinario, que efectuará una ecografía que confirmará o no el estado de buena esperanza. Si así fuera, hay que tomar medidas: desparasitar antes de los 42 días, evitar la administración de medicamentos sin control veterinario, proporcionar dietas especiales para hembras preñadas, procurarle ejercicio regular, depilar la zona genital y mamaria una semana antes del parto y no descuidar los controles radiográficos y ecográficos.