La sangre, ese líquido rojo, cuya presencia es indispensable para la vida, es una fuente primordial de información para el veterinario a la hora de establecer un diagnóstico. No basta con un análisis sanguíneo para determinar el origen de la enfermedad pero, asociado a un examen clínico, le permite descubrir al veterinario la dolencia que padece su paciente, decidir el tratamiento adecuado y seguir la evolución de la afección.
El cuerpo de un perro contiene una cantidad de sangre que representa aproximadamente el 7% de su peso. Así un perro de talla media, sobre los 15 kilos, tiene aproximadamente 1 litro de sangre.
La sangre es un líquido que circula dentro de un sistema de tubos de calibre desigual, los vasos sanguíneos. Es propulsada por el corazón, que funciona a modo de bomba. Del corazón sale la sangre por unas grandes arterias, las cuales se van dividiendo en arterias cada vez de menor calibre hasta llegar a ser casi microscópicas. Son los llamados capilares (del tamaño de un pelo).
Estos capilares contactan con pequeñas venas que a medida que avanzan hacia el corazón adquieren mayor tamaño para desembocar en él. La fracción líquida de la sangre es el plasma. Es casi transparente ya que está fundamentalmente compuesto por agua (alrededor del 90%).
También posee proteínas plasmáticas (albúmina, globulinas, fibrinógeno) que tienen en el organismo un papel importante como es el mantenimiento de la sangre dentro de los vasos sanguíneos, la protección contra los agentes patógenos, el transporte de las hormonas o la coagulación. El plasma contiene también numerosas sustancias, las cuales son evaluadas cuando el veterinario prescribe un análisis bioquímico de la sangre.
Tal y como se indica en la tabla de «Valores hematológicos normales del perro adulto» puede hablarse de la composición media de la sangre.
El cuerpo de un perro contiene una cantidad de sangre que representa aproximadamente el 7% de su peso. Así un perro de talla media, sobre los 15 kilos, tiene aproximadamente 1 litro de sangre.
La sangre es un líquido que circula dentro de un sistema de tubos de calibre desigual, los vasos sanguíneos. Es propulsada por el corazón, que funciona a modo de bomba. Del corazón sale la sangre por unas grandes arterias, las cuales se van dividiendo en arterias cada vez de menor calibre hasta llegar a ser casi microscópicas. Son los llamados capilares (del tamaño de un pelo).
Estos capilares contactan con pequeñas venas que a medida que avanzan hacia el corazón adquieren mayor tamaño para desembocar en él. La fracción líquida de la sangre es el plasma. Es casi transparente ya que está fundamentalmente compuesto por agua (alrededor del 90%).
También posee proteínas plasmáticas (albúmina, globulinas, fibrinógeno) que tienen en el organismo un papel importante como es el mantenimiento de la sangre dentro de los vasos sanguíneos, la protección contra los agentes patógenos, el transporte de las hormonas o la coagulación. El plasma contiene también numerosas sustancias, las cuales son evaluadas cuando el veterinario prescribe un análisis bioquímico de la sangre.
Tal y como se indica en la tabla de «Valores hematológicos normales del perro adulto» puede hablarse de la composición media de la sangre.