Al ser un veterinario puede ser una de las carreras más gratificantes del mundo. Tenemos la capacidad de curar compañeros, que para muchos, son parte de la familia. Pero ser un veterinario también tiene su parte de desafíos. Es este blog, te voy a dar la primicia sobre lo que creo que son los 3 mejores aspectos más difíciles de ser un veterinario.
En el número 3: La eutanasia
Muchas veces, clientela comentar cómo la eutanasia debe ser la parte más difícil de mi trabajo. Si bien puede ser muy emocionalmente agotador, la verdad es la eutanasia no es la parte más difícil de mi carrera. Como veterinario, es un arma de doble filo. La eutanasia es a menudo un servicio maravilloso ser capaz de proporcionar a un animal que sufre, o que tiene una enfermedad terminal y ya no tiene una calidad de vida aceptable. Dicho esto, muchas veces al veterinario desarrolla una relación personal con no sólo los dueños de mascotas, pero el animal también. A veces es muy difícil no romper a llorar durante una eutanasia. A veces sucede.
Número 2: Abuso
Si alguna vez has mirado a los ojos inocentes de un animal que tiene un miedo inexplicable de personas, un animal que tiembla pensando que podría ser golpeado en cualquier momento por razones que no se entienden, entonces usted sabe qué tipo de sentimiento desgarrador intestino que invoca. La crueldad animal puede presentarse en formas más que la violencia sólo física, sino que también puede incluir la negligencia, acaparamiento, y el abandono por nombrar algunos. Veo casos de forma rutinaria cuando un propietario del animal no se dan cuenta de que están siendo negligente con su mascota.
Los animales domésticos dependen de sus dueños, no sólo para suministrar alimentos, agua y refugio, sino un ambiente que nutre también. Como veterinarios, estamos éticamente obligados a reportar los casos sospechosos de abuso. Eso por sí solo, sin embargo, no es suficiente para evitar la sensación nauseabunda conseguimos saber que ocurre y ver de primera mano en nuestras clínicas.
Y Número 1: la incapacidad de tratar
En mi opinión, el aspecto más difícil del ser un veterinario es tener un animal joven, en su mayoría-sana con un problema solucionable, pero sin recursos para corregir el problema. La verdad es que incluso el más sano de los animales puede funcionar en enfermedades o accidentes inesperados. Esta es la razón principal por la que soy un entusiasta de la enorme seguros para mascotas. Gato y perro de seguros a menudo puede significar la diferencia entre pagar por el cuidado de su mascota, o tener que optar por la eutanasia debido al costo solo.
A veces, las enfermedades y los accidentes de mascotas puede ser muy exigente, tanto emocional como financieramente. En repetidas ocasiones, los veterinarios se encuentran en una situación en la que sentimos que podía curar una mascota, pero simplemente no hay fondos para el tratamiento del paciente. Muchas personas no se dan cuenta de que las clínicas veterinarias son negocios, no beneficencia. Teniendo en cuenta la sobrecarga muy grande asociado con el funcionamiento de un hospital, muchas clínicas tienen muy poca maniobra financiera-habitación para mantener el negocio en números positivos, por no hablar de donar productos y servicios. Con demasiada frecuencia, los clientes entrar una clínica veterinaria con la expectativa de que, independientemente de lo que son capaces de pagar, sus animales recibirán la atención que requiere. Como amante de los animales, es muy difícil decirle a alguien que su mascota no recibirá dicha atención.
Es aún más difícil de ver que los animales salen por la puerta sin la atención médica que necesita. Estas circunstancias nos dejan con una sensación tan inquietante de impotencia y dolor. Hay pocas cosas peores que saber que una decisión sobre la vida o la calidad de la misma, se redujo a dinero.
En el número 3: La eutanasia
Muchas veces, clientela comentar cómo la eutanasia debe ser la parte más difícil de mi trabajo. Si bien puede ser muy emocionalmente agotador, la verdad es la eutanasia no es la parte más difícil de mi carrera. Como veterinario, es un arma de doble filo. La eutanasia es a menudo un servicio maravilloso ser capaz de proporcionar a un animal que sufre, o que tiene una enfermedad terminal y ya no tiene una calidad de vida aceptable. Dicho esto, muchas veces al veterinario desarrolla una relación personal con no sólo los dueños de mascotas, pero el animal también. A veces es muy difícil no romper a llorar durante una eutanasia. A veces sucede.
Número 2: Abuso
Si alguna vez has mirado a los ojos inocentes de un animal que tiene un miedo inexplicable de personas, un animal que tiembla pensando que podría ser golpeado en cualquier momento por razones que no se entienden, entonces usted sabe qué tipo de sentimiento desgarrador intestino que invoca. La crueldad animal puede presentarse en formas más que la violencia sólo física, sino que también puede incluir la negligencia, acaparamiento, y el abandono por nombrar algunos. Veo casos de forma rutinaria cuando un propietario del animal no se dan cuenta de que están siendo negligente con su mascota.
Los animales domésticos dependen de sus dueños, no sólo para suministrar alimentos, agua y refugio, sino un ambiente que nutre también. Como veterinarios, estamos éticamente obligados a reportar los casos sospechosos de abuso. Eso por sí solo, sin embargo, no es suficiente para evitar la sensación nauseabunda conseguimos saber que ocurre y ver de primera mano en nuestras clínicas.
Y Número 1: la incapacidad de tratar
En mi opinión, el aspecto más difícil del ser un veterinario es tener un animal joven, en su mayoría-sana con un problema solucionable, pero sin recursos para corregir el problema. La verdad es que incluso el más sano de los animales puede funcionar en enfermedades o accidentes inesperados. Esta es la razón principal por la que soy un entusiasta de la enorme seguros para mascotas. Gato y perro de seguros a menudo puede significar la diferencia entre pagar por el cuidado de su mascota, o tener que optar por la eutanasia debido al costo solo.
A veces, las enfermedades y los accidentes de mascotas puede ser muy exigente, tanto emocional como financieramente. En repetidas ocasiones, los veterinarios se encuentran en una situación en la que sentimos que podía curar una mascota, pero simplemente no hay fondos para el tratamiento del paciente. Muchas personas no se dan cuenta de que las clínicas veterinarias son negocios, no beneficencia. Teniendo en cuenta la sobrecarga muy grande asociado con el funcionamiento de un hospital, muchas clínicas tienen muy poca maniobra financiera-habitación para mantener el negocio en números positivos, por no hablar de donar productos y servicios. Con demasiada frecuencia, los clientes entrar una clínica veterinaria con la expectativa de que, independientemente de lo que son capaces de pagar, sus animales recibirán la atención que requiere. Como amante de los animales, es muy difícil decirle a alguien que su mascota no recibirá dicha atención.
Es aún más difícil de ver que los animales salen por la puerta sin la atención médica que necesita. Estas circunstancias nos dejan con una sensación tan inquietante de impotencia y dolor. Hay pocas cosas peores que saber que una decisión sobre la vida o la calidad de la misma, se redujo a dinero.
