LAS CAUSAS POR LAS QUE un perro se orina fuera del lugar asignado pueden ser varias. Puede ocurrir debido a la ansiedad por separación, por estímulos provocados por el temor, como marcación urinaria, ser una micción relacionada con la sumisión o excitación o algún problema médico que provoque la incontinencia urinaria, como puede ser una cistitis, por ejemplo.
El problema que usted menciona puede corresponder aparentemente a una de esas razones: a la micción de sumisión o por excitación.
La micción por sumisión se produce en cachorros o perros jóvenes cuando son reprendidos o cuando saludan. Esta conducta suele desaparecer con la madurez del animal, pero es importante identificar cuáles son los estímulos que la provocan para evitarlos.
La micción por excitación se produce en perros jóvenes por sobreexcitación, tanto sea por juegos como por saludos. Esto ocurre cuando el animal está en movimiento, pero puede suceder también estando el perro parado.
La corrección del problema se consigue con la relajación del animal como terapia para evitar que se "enloquezca", sobre todo cuando sabemos que debe tener la vejiga llena porque hace unas horas que no orina. Por supuesto que frente a cualquiera de estos comportamientos el castigo físico está absolutamente contraindicado.
En lo personal estoy totalmente en contra de castigar a un animal, en primer lugar porque me parece un acto de absoluta cobardía (es muy fácil enfrentarse a un cachorro) y detesto la violencia en todas sus manifestaciones, pero además porque no da resultado, es más, generalmente se obtiene el efecto contrario al buscado.
Por ejemplo, un cachorro tiene micción por sumisión cuando una persona se le acerca, le habla, adopta una postura de sumisión (cuerpo agachado, orejas bajas, cola entre las patas) e inmediatamente se orina. Supongamos que en ese momento se castiga al animal por haberse orinado sobre una alfombra. Sin embargo, con ello sólo conseguiremos provocar temor en el perro y por ende más sumisión, con lo que se orinará más aún frente a este tipo de situaciones.
El problema que usted menciona puede corresponder aparentemente a una de esas razones: a la micción de sumisión o por excitación.
La micción por sumisión se produce en cachorros o perros jóvenes cuando son reprendidos o cuando saludan. Esta conducta suele desaparecer con la madurez del animal, pero es importante identificar cuáles son los estímulos que la provocan para evitarlos.
La micción por excitación se produce en perros jóvenes por sobreexcitación, tanto sea por juegos como por saludos. Esto ocurre cuando el animal está en movimiento, pero puede suceder también estando el perro parado.
La corrección del problema se consigue con la relajación del animal como terapia para evitar que se "enloquezca", sobre todo cuando sabemos que debe tener la vejiga llena porque hace unas horas que no orina. Por supuesto que frente a cualquiera de estos comportamientos el castigo físico está absolutamente contraindicado.
En lo personal estoy totalmente en contra de castigar a un animal, en primer lugar porque me parece un acto de absoluta cobardía (es muy fácil enfrentarse a un cachorro) y detesto la violencia en todas sus manifestaciones, pero además porque no da resultado, es más, generalmente se obtiene el efecto contrario al buscado.
Por ejemplo, un cachorro tiene micción por sumisión cuando una persona se le acerca, le habla, adopta una postura de sumisión (cuerpo agachado, orejas bajas, cola entre las patas) e inmediatamente se orina. Supongamos que en ese momento se castiga al animal por haberse orinado sobre una alfombra. Sin embargo, con ello sólo conseguiremos provocar temor en el perro y por ende más sumisión, con lo que se orinará más aún frente a este tipo de situaciones.