El lenguaje de los gatos es bastante más complejo y menos conocido que el de los perros. Los gatitos permanecen mudos durante los primeros días de vida.
En realidad, ronronean desde que son amamantados por sus madres. Los primeros maullidos son audibles hacia las tres semanas. A los tres meses, comienzan a desarrollar la vocalización, pero su repertorio es aún bastante pobre.
No es sino hasta los seis meses que el gato adquiere toda su riqueza vocal, sobre todo en su contacto con el hombre. La comunicación vocal varía en función de la edad, pero también de la raza y las condiciones de vida.
Los gatos siameses, los sagrados de Birma-nia y los orientales son sumamente habladores. A la inversa, podemos decir que la voz de los Persas apenas se hace escuchar.
Pero la educación, sin ninguna duda, tiene una gran influencia: un gato tiende más a hablar cuando lo llamamos y le damos oportunidad de comunicarse con nosotros.
En realidad, ronronean desde que son amamantados por sus madres. Los primeros maullidos son audibles hacia las tres semanas. A los tres meses, comienzan a desarrollar la vocalización, pero su repertorio es aún bastante pobre.
No es sino hasta los seis meses que el gato adquiere toda su riqueza vocal, sobre todo en su contacto con el hombre. La comunicación vocal varía en función de la edad, pero también de la raza y las condiciones de vida.
Los gatos siameses, los sagrados de Birma-nia y los orientales son sumamente habladores. A la inversa, podemos decir que la voz de los Persas apenas se hace escuchar.
Pero la educación, sin ninguna duda, tiene una gran influencia: un gato tiende más a hablar cuando lo llamamos y le damos oportunidad de comunicarse con nosotros.