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Hurón: Consejos para tener una mascota

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lunes, 28 de febrero de 2011

Métodos eficaces de adiestramiento de perros


Dos casos pueden presentarse en el momento en que el perro está por cometer una falta.

Se encuentra al alcance de la mano: generalmente se va encima de la persona la salta encima suyo, mordisqueándola, disputando su lugar o su comida. En este caso y contrariamente a una idea particularmente difundida, uno puede darle un golpe seco, siempre con la mano. Lo importante es hacerlo en un buen momento (cuando ocurre el hecho) y de una buena forma (sin amenazarlo).

El efecto disuasivo es producido por la determinación del gesto y por la sorpresa: uno no lo previene antes del hecho, y el perro no debe tener tiempo de ver la mano que llega. Uno golpea preferentemente sobre el hocico y sobre la cabeza, pero nunca sobre la parte trasera (nada de azotes al perro).

Se puede utilizar también el costado del pie (si el animal se prende de los zapatos), el codo o la rodilla especialmente para los perros que saltan.

Si recomienza es que el efecto no ha sido suficiente; si continúa en esta actitud será necesario tomarlo por la piel de la nuca. Si trata de darse vuelta y morder la mano, uno lo debe levantar, sacudiéndolo y no lo largará hasta que se calme (atención: no usar este método con un adulto dominante o un perro agresivo).

Esta técnica es muy eficaz, pero es necesario cuidar de no abusar de ella.

Uno se encuentra a distancia: roba un objeto, destruye, ladra por nada, atraviesa un límite prohibido, etc.
Uno no lo puede llamar para retarlo, si no, no vendrá al llamado (pero continuará haciendo travesuras).
Este método sin grito y sin violencia desestabiliza al perro que deja lo que estaba por hacer.

domingo, 27 de febrero de 2011

Comentarios públicos sobre el Boxer


El temperamento está controlado por el sistema nervioso y ningún perro puede demostrar totalmente su tipo y calidad a menos que tenga esa chispa que lo hace estar alerta y activo.

El boxer es un perro mediano, de pelo corto, lizo y fuerte, con una estructura cuadrada y de huesos fuertes. La musculatura es enjunta vigorosamente desarrollada y de apariencia plástica.

La cabeza, que es la características más distintiva de la raza deberá ser "braquicefala de líneas cránea-faciales convergentes".

Sus movimientos son vivos, llenos de fuerza y de arrogancia. No deberá ser ni tosco, ni pesado, ni falto de sustancia, ni liviano, con un extraordinario equilibrio mental y una fidelidad a toda prueba. Lo hasta aquí expresado, es para mí, el espíritu de cómo evaluar el standard de la raza boxer.

Deseo hacer podido contribuir a despejar algunas dudas y males interpretaciones, y que pueda ayudarles a apreciar correctamente a este noble "gladiador" llamado boxer.

Recuerden que cualquier neófito podrá encontrarle defectos al ganador de turno, pero para analizar las deseables cualidades por su correcta construcción y función, se necesita años de estudio y dedicación.

sábado, 26 de febrero de 2011

La Medicina Veterinaria


Claro que en medicina veterinaria también existen especialidades no sólo por especie, sino también por tipo de enfermedad o lugar de localización de la misma. Hay traumatólogos, oftalmólogos, especialistas en fertilidad, etc. A ellos nos derivará nuestro veterinario de "cabecera" cada vez que resulte necesario.

Cuando hacemos la primera visita al veterinario que en principio suponemos que será nuestro elegido, debemos prestar mucha atención a todo: higiene, trato e interés. He aquí algo de fundamental importancia: ^manifiesta el profesional verdadero interés por la salud del perrito o actúa mecánicamente?

Fíjese que si lo hace de la segunda manera, es igualmente posible que los resultados sean favorables; pero sin duda usted preferirá que ponga una total dedicación y especial sentimiento por las dolencias de su animal. Casi como si fuera usted mismo quien lo atiende, y no que proceda rutinariamente. Aunque esto sea discutible, entendemos que el veterinario que quiere más a los animales siente mejor su profesión y, en consecuencia, logrará más éxito en los tratamientos.

En general, los facultativos enfatizan las bondades de la medicina preventiva. No faltará un vecino amigo que nos diga: "Claro, como el perro está sano trata de sacarte plata de otra manera". Desoigamos estos bien intencionados pero errados consejos. La profilaxis es el arma más valiosa de la medicina moderna.

¿Por qué no aplicarla en nuestros mejores amigos? Apenas notemos un cambio en el comportamiento y hábitos del perro, debemos consultar al veterinario. Algo puede estar pasando y será mejor detectarlo a tiempo. Por otra parte, una revisación periódica, aunque lo veamos muy saludable, contribuirá al mantenimiento de ese buen estado.

Por eso, no debemos asustarnos cuando el profesional recomienda vacunas y más vacunas o pide radiografías, análisis de laboratorio y hasta exámenes neurológicos en algunos casos. Si realmente queremos a nuestro perro, no escatimaremos esfuerzos para darle una vida sana que le permita llegar a la vejez feliz.

Es cierto, más de una vez nos podrá quedar la duda de si tal o cual análisis era realmente necesario o sólo sirvió para abultar la factura. Pero esto también nos sucede con la medicina humana. ¿Dejamos acaso de cumplir la prescripción? No. No podemos correr riesgos.

Aquí nos encontramos con el que tal vez termine siendo el factor de mayor gravitación para la elección de nuestro veterinario: la confianza. La confianza no ya en su capacidad y dedicación, sino en su hombría de bien. Y entonces la cosa se pone más brava. Si no tenemos conocimiento de sus antecedentes, deberemos recurrir a la intuición y... ¡ojalá tengamos suerte!

viernes, 25 de febrero de 2011

Educando a nuestro perro - ¿cuándo se debe de castigar?


El aspecto del castigo es donde mejor se ilustra el malentendido entre entrenadores y perros; el entrenador interpreta el comportamiento de su compañero según un código puramente humano y lo reprime como si se tratara de un niño; por su lado el perro reacciona a las actitudes de su entrenador como si estuviera ante otro perro, según su código canino.

Se forma un círculo vicioso, los castigos hacia el animal pierden su eficacia, y puede aparecer reacciones agresivas del animal hacia su entrenador.

La coherencia es indispensable
Lo primero es decidir claramente lo que está permitido y lo que está prohibido.
Toda la familia debe estar de acuerdo y una prohibición debe ser permanente y no debe estar sujeta a las circunstancias. Por ejemplo, la entrada a una habitación debe ser o bien autorizada, o bien completamente prohibida, y no según el estado de sus patas.

Aquello que es rechazado por uno, no debe ser admitido por otro. No hay nada peor para perturbar a un perro que la ausencia de puntos de referencia fijos en este sentido, y que un mismo comportamiento de su parte puede provocar indistintamente, aprobación o reproches.

En esta situación, no sabe adonde está parado, se siente inseguro y su comportamiento general se resiente. Para estar equilibrado es necesario que conozca las "reglas del juego".

¿Cuándo castigar?
Ante todo hay que admitir que el cerebro del perro no le permite razonar como si fuera un humano. El perro vive únicamente el presente. Esto no impide que tenga memoria de experiencias anteriores.

Pero él analiza las situaciones teniendo en cuenta únicamente lo que pasa en ese instante, sin hacer relaciones de causa efecto en el tiempo (ni pasado, ni futuro), pero asociando los elementos que aparecen simultáneamente o se encadenan, aunque no tengan relación entre ellos.

Como conclusión podríamos decir que no se puede castigar al perro si no es en el momento en que está cometiendo la falta, ejemplo: el hocico en el florero, cuando el perro se da vuelta, ya es demasiado tarde; agachado para hacer pis sobre la alfombra, si se levanta, es demasiado tarde, y así con todo.

jueves, 24 de febrero de 2011

Cachorros de Gran Danés


El temperamento normal del cachorro de Gran Danés es muy completo; el animal debe ser curioso, amigable, un poco agresivo (sin excesos), vital, juguetón y bien dispuesto. Los perritos de la carnada se erguirán hacia usted cuando vaya a verlos; desconfíe de los que parezcan tímidos o miedosos!.

Los cachorros asustadizos generan fácilmente sentimientos de afecto, pero con frecuencia tienen problemas de temperamento; no es raro que estos animales acaben por convertirse en recelosos y mordedores, muy difíciles de controlar.

Cuando vaya a buscar cachorros, examínelos con atención. Si un perrito normal oye un ruido que no le es familiar, dejará de jugar para volver poco después a su actividad normal; si huye, trata de esconderse, se acurruca o se niega a ser visto, rechácelo. Rechace también a los animales que parezcan maniáticos o poco amistosos.

El temperamento es en parte heredado y en parte formado por el ambiente. Un cachorro no estará completo, por muy buen carácter que tenga, hasta que no haya llevado "vida social". Cualquier criador de prestigio reconocerá el valor de este adiestramiento j llevará a cabo el considerable esfuerzo que exige, porque sabe que merece la pena.

Si quiere comprar un danés para exposk deberá dedicar mucha atención al examen de estructura del perro y de sus progenitores. Asegúrese de que el color del manto es uno de los cinco aceptables: bayo, atigrado, azul, negro o arlequín. Si le resulta difícil decidirse, puede pedir ayuda a alguien que conozca bien la raza.

Compruebe también si el perro tiene una salud perfecta. Un cachorro doméstico no será tan vistoso como otro de exposición, pero no por ello dejará de ser un excelente animal.

Al hacer la compra debe solicitar la documentación de la Federación Cinológica Argentina, que deberá ser entregada junto con el perro, y también los datos -sobre la dieta, antiparasitarios y vacunas.

Antes de comprometerse definitivamente con un cachorro, debe investigar sobre sus progenitores y sobre los cuidados que ellos y el cachorro han recibido. Su futuro cachorro habrá recibido todas las vacunas necesarias y habrá sido sometido al menos dos veces a desparasitaciones.

Tómese todo el tiempo que necesite para elegir el cachorro, aunque esté en un cuerpo de perro grande un Gran Danés de un año sigue siendo un cachorro. La dieta siempre es importante. En general los daneses no pueden considerarse adultos hasta pasados los 18 meses.

Asegúrese también de que el Gran Danés encaja en su casa: es un perro muy familiar, que exige mucho amor y muchas atenciones. Usted debe ser un amo responsable; dejar que se aparee indiscriminadamente demuestra poco interés por el perro y por la raza. Edúquelo bien para poder controlarlo.

Y disfrute del Gran Danés, un perro muy agradecido.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Error fatal del veterinario - Parte 2


No olvidemos que además de lo afectivo cuando se trata de un reproductor de raza, también está en juego toda una inversión económica y esfuerzo de tiempo y sacrificio, que son imposibles de reponer, no solamente por la muerte del ejemplar sino el caso de ejemplares arruinados como reproductores por una mala praxis de un profesional incompetente.

Y decimos arruinado para referirnos a la atención por este mismo veterinario de otro ejemplar, tratado por un simple traumatismo en un ojo cuando en realidad se trataba de un problema más complejo que podría causarle ceguera. Por suerte su propietario lo llevó a un especialista y pudo ser tratado convenientemente.

Lo terrible fue con Jaguer, un hermoso bull terrier padrillo, que tuvo un final trágico. Todo comenzó con la visita a su consultorio por un caso de desparasitación; debía realizarse un análisis para la conveniente valoración del enfermo y así poder diagnosticar convenientemente.

Jaguer había perdido parte de su pelo y de su peso, la parasitosis estaba avanzada, sus propietarios aguardaban los resultados de los análisis con impaciencia. Llamado tras llamado fueron pasando los días; mensajes sin respuesta y llegó el día 29. Pero el resultado llegó tarde, Jaguer moría al día siguiente de un paro respiratorio.

Negligencia?, desconocimiento? falta de valoración del problema?, muchas coincidencias en un mismo punto, saque Ud. las conclusiones...

Por eso ante un mismo punto, es recomendable la consulta a especialistas o profesionales de probada idoneidad. El riesgo de la vida de un reproductor debe ser tomado tan en serio como la vida de la más insignificante de las mascotas, sea un loro, un mono, una laucha o una tarántula rosada; cualquier mascota es demasiado importante para su propietario, ya que ellos se brindan en tiempo y amor y crearon los lazos que hacen que el mundo y la vida no carezcan de sentido.

Recordemos el "Principito" cuando dice "si quieres ser mi amigo acércate despacio..." y esa
frase cuando habla de su rosa, que es la más hermosa, la más importante... porque es su rosa, y a ella le ha dedicado su atención y su tiempo... y que es para él la única, es su rosa.

martes, 22 de febrero de 2011

Boxer - un perro compañero


El temperamento es el sistema eléctrico que hace funcionar la máquina y si ésta es débil se tiene un trabajo bastante flojo.

Hay muy poco que agregar a ésto, excepto que el buen temperamento es una de las cosas sobre las cuales tenemos que insistir por nuestros boxer.

"Un boxer no debe arrastrarse para ganar un premio, ni tampoco demostrar agresividad, lo cual es tan grave como lo anterior. Es posible lograr un animal que sea alerta, alegre y amistoso, pero nunca cobarde.

Hay que tener mucho cuidado con el temperamento, nada desmejora tanto la raza como un carácter defectuoso ".

No equivocarnos al elegir el "tipo", tanto para seleccionar ejemplares para nuestro plantel, como así también el juzgar la raza. No nos confundamos con los "boxers paralelos", que son aquellos que presentan las siguientes particularidades: son rectangulares, patilargos, con troncos tubulares, lomos largos, grupas planas, inserción de cola tipo terrier, palancas muy largas en las angulaciones traseras quedando los pies muy lejos del cuerpo, cuellos rectos y largos; mal insertados, proyectar la cabeza hacia arriba y afuera del cuerpo destruyendo así el equilibrio del tipo camello, cabezas pequeñas del tipo "pato" o "adanesadas" (no son boxer, pero a veces son premiados).

lunes, 21 de febrero de 2011

¿Cómo elegir un buen veterinario?


No le vamos a dar la fórmula porque no la tenemos. Solamente algunas observaciones que deberá tener en cuenta y otras apreciaciones, más o menos discutibles, que pueden serle de utilidad. Y una recomendación: elija bien o mejor, pero elija; un solo profesional debe atender a su perro.

Un veterinario es un profesional que debió pasar por todos los exámenes establecidos por la facultad correspondiente para obtener su título habilitante. Entonces, ¿por qué hablamos de "elegir"? Se supone que todos poseen la idoneidad necesaria para desempeñarse satisfactoriamente. Tal como sucede con los médicos de humanos.

Y, bueno, a éstos también los elegimos, cuando las circunstancias lo permiten. Claro que no todos aplicamos el mismo criterio de selección.

En realidad para seleccionar a un profesional por su capacidad, deberíamos tener por lo menos los mismos conocimientos que él, cosa que naturalmente no sucede nunca. Entonces, ¿en qué podemos basar nuestra preferencia por uno u otro? Muchas veces, aun sin darnos cuenta, nos inclinamos por aquel que nos brinda un trato más amable y afectuoso, o que nos da explicaciones más claras sobre el tema consultado.

Por supuesto a todos nos gusta ser bien tratados y comprender lo que nos dicen, pero, sin descartar estos elementos, hay otros a tener en cuenta prioritariamente.

A veces podemos contar con la recomendación de personas que ya han tenido experiencias con un determinado veterinario que asistió satisfactoriamente a su perro. Esto ya es de por sí una ventaja. Lástima que no sea posible conocer la opinión del animalito atendido.

De cualquier manera, es posible que su consultorio esté ubicado en un lugar alejado de su domicilio e incómodo para llegar en casos de urgencia. Siendo así, será mejor seguir buscando, pues la rapidez en la atención puede ser de gran importancia en muchos casos. Hay quienes prefieren tener un veterinario de su confianza, aunque le quede lejos, y otro cercano para las emergencias. No lo consideramos aconsejable.

Tengamos en cuenta que el perro no puede comunicarse y manifestar claramente sus dolencias y malestares, de modo que el conocimiento que el profesional tenga del animal por la asidua atención, será de gran importancia para diagnosticar y prescribir el tratamiento más adecuado.

domingo, 20 de febrero de 2011

Error fatal del veterinario - Parte 1


Decir lo que se tendría que haber hecho y cómo se sucedieron las cosas, poco hace a que les devuelvan sus vidas; ahora es la palabra contra la palabra, que de poco sirve, ya es tarde.

Es la palabra del profesional contra la del propietario del ejemplar que ha recurrido al veterinario y ha depositado toda su confianza en él; a veces el endiosamiento tiene serias consecuencias. El, por supuesto no es el dueño de la verdad absoluta, pero sí cree o pretende tenerla ante su cliente; no es acaso un veterinario?

Se juega, pero se juega con un ser querido de Ud. un integrante de su familia, y lo hace como si fuera un objeto, el amor, el cariño poco importan en su consultorio, el paciente no habla, además, Ud.

¿Pero qué es esto?
Ud. se preguntará si es un caso verídico, aunque no lo crea así, es un caso más de un propietario de un ejemplar que confió ciegamente en la palabra y en la respuesta rápida de su idealizado veterinario. Con todo esto no queremos asustar a los propietarios de mascotas, sino más bien alertarlos y prevenirlos.

Porque demos gracias a Dios que hay prestigiosos y destacados profesionales a los cuales muchos de nosotros les estamos y les estaremos eternamente agradecidos, por su abnegado trabajo y dedicación; sin ellos el mundo de la crianza y la tenencia de una mascota en nuestra casa sería más que triste, para nosotros y para nuestro compañero, cuando este se encuentra en problemas.

Por eso elogiemos y destaquemos el valor de muchos de ellos aquí y en el exterior que se esmeran por estar pendientes de información actualizada y que en su lugar de trabajo no falta nada y está casi todo previsto. Descartemos t monees a los improvisados y a todos aquellos cuyos conocimientos se han quedado en el tiempo.

Cualquiera puede equivocarse pero debe reparar su daño

sábado, 19 de febrero de 2011

La Torsión en los Perros


La torsión - dilatación de estómago es un accidente que afecta sobre todo a perros de tamaño grande. Se manifiesta bruscamente y es importante conocer los síntomas pues la reacción del dueño ha de ser inmediata para evitar la muerte del perro. Esta afección suele atacar preferentemente animales golosos que comen demasiado rápido.

El ataque se suele producir después de la comida, sobre todo cuando a ésta le sigue un ejercicio físico intenso. El perro sufre de pronto malestar general, el vientre se hincha mucho, la respiración se hace jadeante, las patas se separan y el animal intenta vomitar sin conseguirlo.

Ante tal cuadro clínico hay que avisar inmediatamente al veterinario y llevarle urgentemente el perro a la consulta pues cada minuto es vital. Esta afección consiste en una dilatación excesiva y anormal del estómago a la que sigue una rotación según un eje acompañada de un vuelco según otro eje. Todo lo cual provoca una torsión del pedículo que irriga el bazo, el cual sufre una dilatación por congestión.

También se producen importantes trastornos circulatorios, hemodinámicos y a menudo cardíacos.

La torsión impide que el contenido del estómago se elimine por delante (el perro no puede vomitar) y por detrás. La reabsorción de los gases de fermentación lleva a la autointoxicación y el perro muere fatalmente si no se produce una rápida intervención médica que resuelva este estado de shock.

Para evitar tener que hacer frente a un ataque de esta gravedad conviene aplicar algunas medidas preventivas: consisten en primer lugar en luchar contra la glotonería del animal dándole dos comidas diarias en vez de una sola. Además hay que evitar los ejercicios violentos después de las comidas. Por último se han de vigilar los perros que tengan nefritis o gastritis crónicas.

Estos perros tienen tendencia a ingerir grandes cantidades de agua, lo que contribuye a la progresiva dilatación del estómago, un factor que predispone a la torsión.