El perro y el niño
Si el niño exagera sobre las reacciones del perro, por ejemplo lo molesta cuando está durmiendo, regañaremos inmediatamente al niño. Es necesario hacerlo siempre en el instante en que se produce y con él delante y enseñaremos inmediatamente la lección al niño. Si permitimos que el perro gruña, enseñe los dientes, enseguida pasará a la acción, es decir, morderá. Debemos hacer comprender al niño que hay cosas que no deben hacerse, de otro modo, un niño que no conozca las reglas que rigen la convivencia con los animales, podría ser brutalmente mordido.
La mordedura y el ataque son la última fase. Irán apareciendo anteriormente maniobras de intimidación cada vez más severas, pero que no han sido comprendidas como tales: se ha querido justificar la actitud del perro, explicarla después del contexto en el que se han producido los hechos. Lo que el animal querrá mantener como prioridad es la suplantación del niño y esto no puede admitirse nunca.
Hay que tener en cuenta que el perro "exclusivo" es un perro dominante, que protesta ante la autoridad de su amo sin tolerar a terceros en su relación. Tolerar estos celos, significa conceder al perro un poder de decisión. El comportamiento exclusivo no es un testimonio de afecto o de fidelidad. Hay que saber que si un perro celoso y exclusivo se encontrara un día de cara a una persona que se impone sobre él se sublevaría inmediatamente sin ningún remordimiento.
Hay que vigilar las primeras manifestaciones de celos de nuestro perro y frenarlas enseguida con firmeza. Si no es así podremos vernos inmersos en una relación complicada para nosotros, para los de nuestro entorno e incluso para nuestros invitados, sin que podamos esperar un aumento de afecto y reconocimiento por su parte.
Si el niño exagera sobre las reacciones del perro, por ejemplo lo molesta cuando está durmiendo, regañaremos inmediatamente al niño. Es necesario hacerlo siempre en el instante en que se produce y con él delante y enseñaremos inmediatamente la lección al niño. Si permitimos que el perro gruña, enseñe los dientes, enseguida pasará a la acción, es decir, morderá. Debemos hacer comprender al niño que hay cosas que no deben hacerse, de otro modo, un niño que no conozca las reglas que rigen la convivencia con los animales, podría ser brutalmente mordido.
La mordedura y el ataque son la última fase. Irán apareciendo anteriormente maniobras de intimidación cada vez más severas, pero que no han sido comprendidas como tales: se ha querido justificar la actitud del perro, explicarla después del contexto en el que se han producido los hechos. Lo que el animal querrá mantener como prioridad es la suplantación del niño y esto no puede admitirse nunca.
Hay que tener en cuenta que el perro "exclusivo" es un perro dominante, que protesta ante la autoridad de su amo sin tolerar a terceros en su relación. Tolerar estos celos, significa conceder al perro un poder de decisión. El comportamiento exclusivo no es un testimonio de afecto o de fidelidad. Hay que saber que si un perro celoso y exclusivo se encontrara un día de cara a una persona que se impone sobre él se sublevaría inmediatamente sin ningún remordimiento.
Hay que vigilar las primeras manifestaciones de celos de nuestro perro y frenarlas enseguida con firmeza. Si no es así podremos vernos inmersos en una relación complicada para nosotros, para los de nuestro entorno e incluso para nuestros invitados, sin que podamos esperar un aumento de afecto y reconocimiento por su parte.
Estoy de acuerdo, pero no todo perro que grueñe mordera, es más bien una advertencia, mucho depende de su lenguaje corporal y por supuesto del tipo de gruñido; Con la experiencia y el tiempo aprendemos a diferenciar los gruñidos peligrosos de los que son meramente una advertencia.
ResponderEliminarPero sea como sea un gruñido es mala señal y debe frenarse, así como debemos frenar al niño si molesta al perro en exceso. Todos merecemos un rato de tranquilidad a solas.