El cuerpo del perro (al igual que el nuestro) es capaz de fabricar sus propias reservas de agua, aunque mínimas. Esto es posible gracias al proceso de degradación que el metabolismo efectúa sobre determinados nutrientes: los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas.
Estos, a su vez, están compuestos por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, que, además de cumplir su principal misión, -proporcionar energía al organismo-, también fabrican el líquido vital.
¿Cómo? Durante el proceso de degradación seguido por el metabolismo, los tres nutrientes principales (carbohidratos, proteínas, grasas) se rompen en mil pedazos, quedando libres sus componentes (C, H, O y N) como burbujas de jabón (moléculas) que flotan éñ el aire. Las burbujas pueden asociarse entre sí como quieran, formando componentes diferentes a los que eran en su origen.
Por ejemplo, al unirse dos burbujas de H (hidrógeno) y una de O (oxígeno), se formará la siguiente composición: H20, es decir, agua. Mediante este método de fabricación, el organismo suple así el 10% de sus necesidades diarias de agua. Pero no es suficente. El 90% restante debe proceder del agua bebida y de la proporcionada a través de los alimentos que el perro recibe a diario. No lo olvide nunca.
Estos, a su vez, están compuestos por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, que, además de cumplir su principal misión, -proporcionar energía al organismo-, también fabrican el líquido vital.
¿Cómo? Durante el proceso de degradación seguido por el metabolismo, los tres nutrientes principales (carbohidratos, proteínas, grasas) se rompen en mil pedazos, quedando libres sus componentes (C, H, O y N) como burbujas de jabón (moléculas) que flotan éñ el aire. Las burbujas pueden asociarse entre sí como quieran, formando componentes diferentes a los que eran en su origen.
Por ejemplo, al unirse dos burbujas de H (hidrógeno) y una de O (oxígeno), se formará la siguiente composición: H20, es decir, agua. Mediante este método de fabricación, el organismo suple así el 10% de sus necesidades diarias de agua. Pero no es suficente. El 90% restante debe proceder del agua bebida y de la proporcionada a través de los alimentos que el perro recibe a diario. No lo olvide nunca.