Un buen Dogo Alemán es capaz de encantar y asombrar a todo aquél que al verlo pasar lo observa con deslumbramiento y fascinación. El verdadero Gran Danés, , de pura raza, debe ser grande, potente, altivo, elegante, armonioso, en una palabra, tiene que ser imponente, ya que no es lo mismo, soportar el ataque de un gato que el ataque de un león. Su agresión se pone de manifiesto ante situaciones de claro peligro para los suyos, a quienes es capaz de defender y proteger a muerte. Es comprensivo y le gusta que se ocupen de él, es muy sensible y su amo ha de procurar no pegarle, como a cualquier otro animal. Un Gran Danés humillado y maltratado, jamás podrá ser un buen compañero, evitar todo castigo físico para entrenarlo es absolutamente necesario.
