Para concluir esta breve reseña, citaremos un pececillo muy interesante por sus costumbres. Nos referimos al pez combatiente (Betta splendens), animal agresivo y sañudo que no puede vivir con otro macho de su misma especie sin que uno de los dos pierda la vida.
La simple visión de su imagen reflejada en un espejo lo pone en pie de guerra, y entonces brota una gotita de sangre de sus opérculos mientras las aletas se despliegan y sus colores se avivan.
Estos colores van desde el azul violeta al rojo entremezclado con verde azulado y al rojo metálico con motivos verdes rosados o azulados. Tan curiosa como el comportamiento del macho es la actitud de la pareja al llegar la época del celo. Los juegos nupciales se prolongan durante varias horas hasta la deposición de dos o tres centenares de huevos, que convendrá dejar bajo la vigilancia del padre, mientras se aleja a la madre.
Las crías nacen al cabo de treinta o cuarenta horas y un par de días más tarde empiezan a nadar a través del acuario en busca de su alimento, que deberá serles suministrado en abundancia. El acuario debe ser de buen tamaño y estar provisto de vegetación flotante, con agua a temperatura de 25 a 28° C, más bien vieja y, por lo tanto, rica en los organismos planctónicos necesarios para una nutrición completa.
Recordemos, por último, que en los acuarios es posible criar también otros animales acuáticos, como los tritones, o anfibios como las tortugas.
El tritón se adapta perfectamente a la vida en el acuario, siempre que disponga de dos litros de agua por lo menos. La alimentación está constituida por carne finamente trinchada o por animalillos acuáticos o terrestres vivos (gusanos, moscas y mosquitos). Cabe utilizar también comida para peces, especialmente dafnias y pulgas de mar.
La simple visión de su imagen reflejada en un espejo lo pone en pie de guerra, y entonces brota una gotita de sangre de sus opérculos mientras las aletas se despliegan y sus colores se avivan.
Estos colores van desde el azul violeta al rojo entremezclado con verde azulado y al rojo metálico con motivos verdes rosados o azulados. Tan curiosa como el comportamiento del macho es la actitud de la pareja al llegar la época del celo. Los juegos nupciales se prolongan durante varias horas hasta la deposición de dos o tres centenares de huevos, que convendrá dejar bajo la vigilancia del padre, mientras se aleja a la madre.
Las crías nacen al cabo de treinta o cuarenta horas y un par de días más tarde empiezan a nadar a través del acuario en busca de su alimento, que deberá serles suministrado en abundancia. El acuario debe ser de buen tamaño y estar provisto de vegetación flotante, con agua a temperatura de 25 a 28° C, más bien vieja y, por lo tanto, rica en los organismos planctónicos necesarios para una nutrición completa.
Recordemos, por último, que en los acuarios es posible criar también otros animales acuáticos, como los tritones, o anfibios como las tortugas.
El tritón se adapta perfectamente a la vida en el acuario, siempre que disponga de dos litros de agua por lo menos. La alimentación está constituida por carne finamente trinchada o por animalillos acuáticos o terrestres vivos (gusanos, moscas y mosquitos). Cabe utilizar también comida para peces, especialmente dafnias y pulgas de mar.
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