Todos los perros necesitan de arreglos y cuidados mínimos de higiene, ya que no son pocos los que muchas veces nos visitan y se instalan en nuestra cama teniendo a veces mal aliento o simplemente estando sucios.
Para que el perro no tome las sesiones de higiene con asco o terror, lo mejor y más conveniente es ser práctico, en primer lugar una mesa firme, no muy grande donde el perro pueda quedarse parado sin resbalar o tumbado, trate de que esta mesa sea la apropiada, evitará complicaciones de entrada si su superficie es antideslizante; aconsejamos también usar herramientas preferentemente de calidad, tijeras apropiadas que corten bien, un buen cepillo metálico para los dientes, etc. etc.,
esto evitará los riesgos también de hacerle daño al animal. Por lo general los perros no están acostumbrados a ser manipuleados por sus dueños, y esta actitud afecta tanto a propietarios como cuando tiene que ir al veterinario, ya sean animales chicos como grandes, se ponen locos cuando intentamos nosotros o el profesional revisarle las orejas o los dientes, si no están acostumbrados.
Por lo tanto no queda otra cosa que acostumbrarlos al manoseo desde pequeños. Esta actitud no es tan antinatural, ya que su madre anteriormente los limpiaba, los revolcaba de un lado a otro cuando ella lo consideraba necesario, por eso lo ideal es continuar con esta actitud materna y con dulzura o sin que se enoje o resista, hay que tratar de educarlos para que puedan ser manipuleados cuando sea necesario.
Esta educación es tanto para ellos como para nosotros, o sea que es necesario tomarnos este trabajo que poco cuesta como decíamos, si se persiste en la línea de educación materna cuando la perra lo transporta, revuelca o examina.
Al tener contacto con los animales adultos mayores que él, el cachorro sabe que debe acostarse y ponerse sobre el dorso panza arriba en una actitud que remarca una total sumisión y entrega a ellos, ese es el código natural, ancestral típico de los lobos, y eso es lo que hay que rescatar o sea que si transportamos esta idea prácticamente es lo mismo cuando su amo lo quiere asear o el veterinario necesita revisarlo y lo obliga a tomar esta posición o una actitud bastante similar.
Para que el perro no tome las sesiones de higiene con asco o terror, lo mejor y más conveniente es ser práctico, en primer lugar una mesa firme, no muy grande donde el perro pueda quedarse parado sin resbalar o tumbado, trate de que esta mesa sea la apropiada, evitará complicaciones de entrada si su superficie es antideslizante; aconsejamos también usar herramientas preferentemente de calidad, tijeras apropiadas que corten bien, un buen cepillo metálico para los dientes, etc. etc.,
esto evitará los riesgos también de hacerle daño al animal. Por lo general los perros no están acostumbrados a ser manipuleados por sus dueños, y esta actitud afecta tanto a propietarios como cuando tiene que ir al veterinario, ya sean animales chicos como grandes, se ponen locos cuando intentamos nosotros o el profesional revisarle las orejas o los dientes, si no están acostumbrados.
Por lo tanto no queda otra cosa que acostumbrarlos al manoseo desde pequeños. Esta actitud no es tan antinatural, ya que su madre anteriormente los limpiaba, los revolcaba de un lado a otro cuando ella lo consideraba necesario, por eso lo ideal es continuar con esta actitud materna y con dulzura o sin que se enoje o resista, hay que tratar de educarlos para que puedan ser manipuleados cuando sea necesario.
Esta educación es tanto para ellos como para nosotros, o sea que es necesario tomarnos este trabajo que poco cuesta como decíamos, si se persiste en la línea de educación materna cuando la perra lo transporta, revuelca o examina.
Al tener contacto con los animales adultos mayores que él, el cachorro sabe que debe acostarse y ponerse sobre el dorso panza arriba en una actitud que remarca una total sumisión y entrega a ellos, ese es el código natural, ancestral típico de los lobos, y eso es lo que hay que rescatar o sea que si transportamos esta idea prácticamente es lo mismo cuando su amo lo quiere asear o el veterinario necesita revisarlo y lo obliga a tomar esta posición o una actitud bastante similar.
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