Como hemos comentado antes, el diagnóstico en algunos casos puede ser por los síntomas, pero lo más frecuente es que tengamos que recurrir a distintas pruebas analíticas. Antiguamente, al no disponer de pruebas específicas, el diagnóstico -ra siempre muy tardío lo que explica, en parte, los malos resultados de los tratamientos y el mal nombre de la enfermedad.
En la actualidad las pruebas más utilizadas son los métodos serológicos (análisis en suero sanguíneo para detectar anticuerpos contra la leishmania) y las citologías de médula ósea y ganglios linfáticos, que permiten visualiza) - directamente! al parásito.
Existen además unos cambios (-11 los valores normales de oíros análisis sanguíneos. fruto de las alteraciones que produce la enfermedad en (-1 perro, y quinos permiten además de hacernos sospechar la enfermedad, saber el oslado de salud del animal en cuestión.
La leishmaniosis sólo se contagia por la picadura de un mosquito en los meses cálidos.
No origina epidemias, en las zonas en que está presente siempre hay un número mayor o menor de casos.
Los casos en personas son muy raros y accidentales.
La sintomatología es extremadamente variable.
Un perro con leishmaniosis puede tardar en desarrollar los síntomas desde pocos meses hasta varios años.
El diagnóstico es sencillo y muy variable.
Con un tratamiento correcto el perro lleva una vida perfecta sin ningún tipo de síntomas, ni riesgo de contagio.
Las desparasitaciones externas son el mejor y casi único método de prevención.
La realización de un análisis al año permite detectar los casos precozmente.
Un perro con leishmaniosis no implica en absoluto la eutanasia.
En la actualidad las pruebas más utilizadas son los métodos serológicos (análisis en suero sanguíneo para detectar anticuerpos contra la leishmania) y las citologías de médula ósea y ganglios linfáticos, que permiten visualiza) - directamente! al parásito.
Existen además unos cambios (-11 los valores normales de oíros análisis sanguíneos. fruto de las alteraciones que produce la enfermedad en (-1 perro, y quinos permiten además de hacernos sospechar la enfermedad, saber el oslado de salud del animal en cuestión.
La leishmaniosis sólo se contagia por la picadura de un mosquito en los meses cálidos.
No origina epidemias, en las zonas en que está presente siempre hay un número mayor o menor de casos.
Los casos en personas son muy raros y accidentales.
La sintomatología es extremadamente variable.
Un perro con leishmaniosis puede tardar en desarrollar los síntomas desde pocos meses hasta varios años.
El diagnóstico es sencillo y muy variable.
Con un tratamiento correcto el perro lleva una vida perfecta sin ningún tipo de síntomas, ni riesgo de contagio.
Las desparasitaciones externas son el mejor y casi único método de prevención.
La realización de un análisis al año permite detectar los casos precozmente.
Un perro con leishmaniosis no implica en absoluto la eutanasia.
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