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lunes, 12 de diciembre de 2011

La Espiguilla en mascotas


Es un riesgo del verano, bien conocido por los propietarios de animales. Llamada "viajante" o "voladora", la espiguilla proviene de ciertas gramíneas (avena, cizaña o cebada). Puede provocar graves lesiones en los perros después de un paseo en las hierbas secas. La espiguilla penetra por un orificio natural (oreja, ojo, ano o vulva) o se instala en la piel. Por su estructura en forma de arpón se fija rápidamente, ayudada por los movimientos y lamidas del animal.

Es posible sospechar de la presencia de la espiguilla en un peno que camina con la cabeza inclinada, que la sacude violentamente, o que se rasca la oreja insistentemente. La espiguilla se introduce en la oreja, retenida por el abundante pelambre. Gracias a los movimientos rotativos que efectúa el peno con la cabeza, la espiguilla logra penetrar en el conducto auditivo y llega hasta el propio tímpano. Debe consultarse de inmediato a un veterinario, que examinará el oído con un otoscopio y retirará la espiguilla
con la ayuda de ir la pinza especial, generalmente bajo anestesia.

Efectuar una intervención rápida evitará que esta pequeña hierba seca penetre más allá del tímpano, provocando una infección profunda, grave y muy dolorosa. Algunas razas con orejas colgantes, como el cocker o los caniches son particularmente propensas a sufrir este problema.

La espiguilla también puede penetrar en las nari-nas y desencadenar violentas crisis de estornudos y de ronquidos. En algunos casos su extracción es extremadamente incómoda, por ejemplo cuando se infiltra en la vulva o el ano, provocando lesiones supurantes.

Cuando se fija entre los dedos podemos observar una pequeña pústula, zona roja y ligeramente hinchada, que el perro lame sin cesar. Aunque es poco dolorosa, esta lesión es generalmente difícil de repeler. Cuanto más se lama la zona afectada, más penetra la espiguilla en la región.

Extraerla puede necesitar, muchas veces, de una delicada intervención quirúrgica. La mejor forma de prevenir este mal es mantener siempre aseadas a las mascotas durante el verano. Debe hacerse hincapié en la higienización de las orejas y de las extremidades de las patas.

Es preferible bañar a la mascota al regreso de un día de campo para librarla de las espiguillas que pudiera haber contraído durante la jornada, que dejarla sucia y sufrir las molestas consecuencias. No olvide, entonces, que si usted lleva a su animal de viaje, debe respetar ciertas medidas y cumplir con determinadas obligaciones. Si aún se siente inseguro o con dudas, pida un consejo a su veterinario

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