Entrada destacada

Hurón: Consejos para tener una mascota

 #huróncuidado #comprarhurón #característicashurón #hurón #cuidadoanimal #animalesexóticos #comprarunamascota #adoptarmascotas Para...

Mostrando entradas con la etiqueta educar al perro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta educar al perro. Mostrar todas las entradas

lunes, 28 de febrero de 2011

Métodos eficaces de adiestramiento de perros


Dos casos pueden presentarse en el momento en que el perro está por cometer una falta.

Se encuentra al alcance de la mano: generalmente se va encima de la persona la salta encima suyo, mordisqueándola, disputando su lugar o su comida. En este caso y contrariamente a una idea particularmente difundida, uno puede darle un golpe seco, siempre con la mano. Lo importante es hacerlo en un buen momento (cuando ocurre el hecho) y de una buena forma (sin amenazarlo).

El efecto disuasivo es producido por la determinación del gesto y por la sorpresa: uno no lo previene antes del hecho, y el perro no debe tener tiempo de ver la mano que llega. Uno golpea preferentemente sobre el hocico y sobre la cabeza, pero nunca sobre la parte trasera (nada de azotes al perro).

Se puede utilizar también el costado del pie (si el animal se prende de los zapatos), el codo o la rodilla especialmente para los perros que saltan.

Si recomienza es que el efecto no ha sido suficiente; si continúa en esta actitud será necesario tomarlo por la piel de la nuca. Si trata de darse vuelta y morder la mano, uno lo debe levantar, sacudiéndolo y no lo largará hasta que se calme (atención: no usar este método con un adulto dominante o un perro agresivo).

Esta técnica es muy eficaz, pero es necesario cuidar de no abusar de ella.

Uno se encuentra a distancia: roba un objeto, destruye, ladra por nada, atraviesa un límite prohibido, etc.
Uno no lo puede llamar para retarlo, si no, no vendrá al llamado (pero continuará haciendo travesuras).
Este método sin grito y sin violencia desestabiliza al perro que deja lo que estaba por hacer.

viernes, 25 de febrero de 2011

Educando a nuestro perro - ¿cuándo se debe de castigar?


El aspecto del castigo es donde mejor se ilustra el malentendido entre entrenadores y perros; el entrenador interpreta el comportamiento de su compañero según un código puramente humano y lo reprime como si se tratara de un niño; por su lado el perro reacciona a las actitudes de su entrenador como si estuviera ante otro perro, según su código canino.

Se forma un círculo vicioso, los castigos hacia el animal pierden su eficacia, y puede aparecer reacciones agresivas del animal hacia su entrenador.

La coherencia es indispensable
Lo primero es decidir claramente lo que está permitido y lo que está prohibido.
Toda la familia debe estar de acuerdo y una prohibición debe ser permanente y no debe estar sujeta a las circunstancias. Por ejemplo, la entrada a una habitación debe ser o bien autorizada, o bien completamente prohibida, y no según el estado de sus patas.

Aquello que es rechazado por uno, no debe ser admitido por otro. No hay nada peor para perturbar a un perro que la ausencia de puntos de referencia fijos en este sentido, y que un mismo comportamiento de su parte puede provocar indistintamente, aprobación o reproches.

En esta situación, no sabe adonde está parado, se siente inseguro y su comportamiento general se resiente. Para estar equilibrado es necesario que conozca las "reglas del juego".

¿Cuándo castigar?
Ante todo hay que admitir que el cerebro del perro no le permite razonar como si fuera un humano. El perro vive únicamente el presente. Esto no impide que tenga memoria de experiencias anteriores.

Pero él analiza las situaciones teniendo en cuenta únicamente lo que pasa en ese instante, sin hacer relaciones de causa efecto en el tiempo (ni pasado, ni futuro), pero asociando los elementos que aparecen simultáneamente o se encadenan, aunque no tengan relación entre ellos.

Como conclusión podríamos decir que no se puede castigar al perro si no es en el momento en que está cometiendo la falta, ejemplo: el hocico en el florero, cuando el perro se da vuelta, ya es demasiado tarde; agachado para hacer pis sobre la alfombra, si se levanta, es demasiado tarde, y así con todo.