El zángano

El zángano nace sin padre, de un huevo infértil. Pero ha tenido un abuelo, por la rama materna. Si acierta en su misión suicida de fecundar a la reina, engendrará únicamente hijas, ningún varón. En cambio, si no llega a príncipe consorte, deberá contentarse con una aburrida existencia de parásito grandulón, destinado a ser expulsado por sus hermanas al finalizar la temporada de miel, va morir de inanición. No tiene aguijón, así que no puede discutir.

Panal de abejas

LA REINA: Imprescindible en cada colonia, pero real en nombre solamente. En ninguna forma gobierna. Es una máquina ponedora de huevos. Sus días están contados cuando falla en su funciones vitales.

EL ZANGANO: Grande, ruidoso y glotón. No trabaja. Carece de aguijón Su única misión, competir con sus congéneres, para fertilizar a una joven reina. Este acto le cuesta la vida y significa la soltería para sus hermanos.

LA OBRERA: Actúa sin parar nunca como dueña de casa, nodriza, ingeniera, policía y trabajadora de campo. Ataca cuanto haga peligrar la colonia, aun cuando signifique su muerte. Es la clase gobernante de la sociedad apícola.

Abejas

Abejas

Las abejas viven en una sociedad donde el estado es todo y el individuo nada. Cualquier falta que cometan en sus deberes las privan hasta del derecho a la vida.

La "causa" está por encima de todo. Una obrera, aunque sólo tenga un día, se sentirá obligada a defender su colmena ante cualquier peligro.

Pero, política a un lado, reconozcamos que estos pequeños insectos nos hacen un gran trabajo. Y que pueden ser señalados como serviciales amigos (pasemos por alto el hecho de que nos sirven. .. sin darse cuenta).

Cuando una obrera trabaja entre las flores, sus intenciones no son muy honorables. En realidad, está robando...claro que lo hace por una "causa". Pero el Botín, el polen, se les desparrama en todo el cuerpo y no puede impedir que algo de él caiga durante el próximo robo.

Esto es ni más ni menos un prolijo trabajo de polinización cruzada. Para ellas, probablemente, un deshonroso método de reproducción.

Sin embargo, la miel no es para el hombre. La hacen sólo para ellas... y nosotros se la robamos, realmente un ladrón no puede confiar en otro ladrón!