También corresponde mencionar a Daniel Levinson que ha contribuido a recuperar la variedad bayos con nuevos ejemplares de muy buen origen. Muy entusiasta fueron y los son Liliana y Gerardo Romano con su estupendo criadero "Krupp de Escobar" y así también la señora Graciela A. Arcuri.
Una alusión aparte merece el señor Juan Carlos Cardinale que en dicho período dio un gran empuje a la variedad azul llegando a colocar en la pista, como nunca nadie lo hizo, una docena de ejemplares con su denominación de "Mérida Ballester". Actualmente, con ese espíritu de trabajo y dedicación que siempre ha mostrado, ha importado ejemplares haciéndolo también extensivo a los bayos.
A partir del calendario de 1990 la Federación publica oficialmente el Ranking Anual del Mejor de cada Raza, siendo los primeros ganadores de ese trofeo en la variedad arlequines "Tako Von Harlekin", en bayos "Reann's Written in the Wind" y en azules "Marcos Sam Rey Ufemo". Fue en este período de oro, en que las exposiciones especializadas eran frecuentes y con una concurrencia superior a 50 ejemplares.
Numerosos y jerarquizados jueces especialistas extranjeros nos visitaron alternándose con los jueces locales que merced a su dedicación y estudio de la raza contribuyeron a su mejoramiento local.
Muchos de los expositores nombrados aún son vigentes y trabajan con el mismo amor, otros se han retirado; pero por suerte nuevos aficionados se incorporan constantemente procurando hacer alcanzar a la Raza el nivel que todos deseamos.
Una observación muy especial merece el ganador como Mejor de Exposición en la Mundial realizada en nuestro país en 1993, "Eddie Tato Von Norwalfer" de Héctor Sánchez, pero lo sucedido desde entonces ya no es historia sino actualidad.
Los nombres olvidados no son más que eso, olvido involuntario. Desde ya presentamos nuestras disculpas si nos falló la memoria, que lo dicho "no es para mal de ninguno sino para bien de todos".
Nos permitimos un último comentario. Indudablemente la Cinofília Nacional, de la que es parte la Asociación del Gran Danés, no es más que una gota de agua que marcha en este río que formamos todos los argentinos. Ahora nos toca transitar la cascada. Roguemos porque alguna vez podamos recuperar las aguas mansas y así poder continuar con tranquilidad con nuestra pasión por el Apolo de los perros.
Una alusión aparte merece el señor Juan Carlos Cardinale que en dicho período dio un gran empuje a la variedad azul llegando a colocar en la pista, como nunca nadie lo hizo, una docena de ejemplares con su denominación de "Mérida Ballester". Actualmente, con ese espíritu de trabajo y dedicación que siempre ha mostrado, ha importado ejemplares haciéndolo también extensivo a los bayos.
A partir del calendario de 1990 la Federación publica oficialmente el Ranking Anual del Mejor de cada Raza, siendo los primeros ganadores de ese trofeo en la variedad arlequines "Tako Von Harlekin", en bayos "Reann's Written in the Wind" y en azules "Marcos Sam Rey Ufemo". Fue en este período de oro, en que las exposiciones especializadas eran frecuentes y con una concurrencia superior a 50 ejemplares.
Numerosos y jerarquizados jueces especialistas extranjeros nos visitaron alternándose con los jueces locales que merced a su dedicación y estudio de la raza contribuyeron a su mejoramiento local.
Muchos de los expositores nombrados aún son vigentes y trabajan con el mismo amor, otros se han retirado; pero por suerte nuevos aficionados se incorporan constantemente procurando hacer alcanzar a la Raza el nivel que todos deseamos.
Una observación muy especial merece el ganador como Mejor de Exposición en la Mundial realizada en nuestro país en 1993, "Eddie Tato Von Norwalfer" de Héctor Sánchez, pero lo sucedido desde entonces ya no es historia sino actualidad.
Los nombres olvidados no son más que eso, olvido involuntario. Desde ya presentamos nuestras disculpas si nos falló la memoria, que lo dicho "no es para mal de ninguno sino para bien de todos".
Nos permitimos un último comentario. Indudablemente la Cinofília Nacional, de la que es parte la Asociación del Gran Danés, no es más que una gota de agua que marcha en este río que formamos todos los argentinos. Ahora nos toca transitar la cascada. Roguemos porque alguna vez podamos recuperar las aguas mansas y así poder continuar con tranquilidad con nuestra pasión por el Apolo de los perros.
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